Dulce Carla: Mi Eterno Amor de Juvenil

[Anciano_Novato]

Carla: Mi Maravilloso Amor Juvenil

 

Nivel de Empotamiento = ¿No la conocen? Aún no saben lo que se han perdido...

Valor: 60K

Fono: 993708897

Portal: ¿cuál otro? La EstoCada.

Estatura = 1,60m a piso, sobre tacos ¡es una maravilla con esas laaargas piernas!

Contextura = 6,5 delgada, Hermosa, como si fuese "Mi Polola Eterna"...

Cara = 6,8 Hermosa, no amerita otro adjetivo.

Nivel de Photoshop= Mejor que en las fotos.

Trato = 7,0 agradable, atenta, conversadora, gentil.

Besos = 7,0 ricos; cuidado con la higiene si no "cooperaste".

Tetas = 6,5 hermosos sus pechos, ricos.

Pussy = 7,0 exquisita, invita al beso, rasurada.

Mamon = 6,8 bueno, suave, te eleva.

Movimientos pelvicos = 6,7 con esas caderas el barco pirata es una alpargata.

Calidad de sonido = 6,5 suave, agradable.

Anal = N/A

Ambiente = 7,0 ordenado, limpio, íntimo, toallas limpias, secas, baño impecable.

Atención = 7,0 muy atenta, preocupada de su visitante.

 

Nota Final: 7,0; soy hincha acérrimo de ella, pero considero su atención y dedicación incomparables...

 

Relato:

 

Buenas noches, Señores EstoCadores.

 

Recordé que Carla me avisó que había cambiado su ubicación a un mucho mejor barrio (el anterior no estaba malo pero ahora está mejor ubicada) y no la había ido a visitar. La llamé varias veces hasta que finalmente la contacté.

 

Coordinamos la hora de visita: la ultima hora para mí, la primera para ella. ¡Está trabajando de noche! Con razón me costaba encontrarla.

 

Por la tarde, casi noche, llego al edificio, enfrento conserjes, llama, interlocutora autoriza, casi les saco la lengua y me fui al hall de ascensores.

 

Llego a la puerta y se abre simulando fuese automática. Entro y, tras de mí, se cierra y siento su maravilloso abrazo. Carla siempre ha sido demasiado tierna. Me doy vuelta y la abrazo yo ahora, la beso y nuestras lenguas jugaron un largo rato dándose la bienvenida. Es demasiado exquisita besando... también.

 

Le entrego sus siempre merecidos obsequios. Saco un vinito, lo abro, trae copas y sirvo. Brindamos, nos miramos, sonreímos y, con esa carita tan tierna, me tiento a besarla nuevamente, ahora con vapores del vino en nuestras bocas. Igualmente fue sabroso aquel nuevo beso.

 

Pido ducha y parto al baño. Siempre me sorprende: la ducha y las toallas habían sido preparadas. Salgo enfundado en la toalla y ella ya esta acostada sobre su cama, de guatita, en ropa interior, observándome provocadoramente.

 

Me tiendo a su lado y comienzo a besarla nuevamente, ahora abrazándola, sintiendo el calor y la suavidad de su piel. Beso sus mejillas, su frente, su dulce y hermosa nariz, sus lóbulos, bajo a su cuello al mismo tiempo que mi mano acariciaba sus blancas y redondas nalgas.

 

Bajo su espalda besándola mientras mis manos soltaban su sostén y después desataba los nudos de su colaless, liberando toda su intimidad, logrando girarla quedando ahora ella de espalda exhibiéndome todos sus hermosos atributos. Me abalanzo sobre sus hermosos pechos que me enloquecen y los beso alternadamente, mientras sus manos jugaban en mi ralo cabello presionando mi cabeza sobre sus pechos.

 

Vuelvo a su boca, la beso y mi mano desciende por su vientre hacia su intimidad. Entreabre sus piernas y alcanzo su cálida humedad. Nos apasionamos en ese beso y mis intrusas falanges alcanzan su húmedo interior. Sin retirar mis dedos, libero su boca y desciendo a sus pechos, una vez más, los beso, sigo bajando por su vientre y alcanzo sus labios.

 

Mi invasora lengua se pierde entre aquellos cálidos y ya dilatados labios y saboreo su elixir de vida y pasión. Me acomodo tomando sus muslos y dejándolos suavemente sobre mis hombros para que mi rostro y ávida boca pudieran darle placer. Beso, succiono aquellos maravillosos labios, lambo ocasionalmente su clítoris provocándole un respingo y huyo a sus muslos. Vuelvo al ataque de sus labios, mi lengua viola su intimidad logrando aumentar sus flujos y saboreando su dulce juventud. Con todo aquel elixir en mis labios y lengua retomo a su pistilo y lo beso, succiono, azoto con mi lengua una y otra vez hasta que Carla instintivamente arquea su espalda dejando escapar un suave gemido.

 

Se endereza. Sin decirme "agua va" alcanza el preservativo, enfunda lo poco que me identifica, me voltea dejándome de espalda e inicia su ataque subiéndose a horcajadas sobre mis caderas. Guía mi apéndice hacia su aún dilatada vagina y descendiendo suavemente sobre él se lo introduce provocándome una cálida y suave sensación.

 

Inicia su vaivén. Me observa. Me dejo hacer. Sonríe. Me besa mientras sigue con su suave cabalgata que me acerca peligrosamente a mi final y le pido se ponga en cuatro para poder terminar nuestro reencuentro.

 

La penetro suavemente pero su cálido interior en mi pene provoca una oleada de lujuria que me obligan a acelerar aquel tren sin frenos, bombeando sin vergüenza su pasión y la mía, hasta alcanzar la lluvia de estrellas y sus estertores nos invaden, aletargan y dejan dulcemente exhaustos.

 

Me tiendo a su costado pues el calor de nuestros cuerpos es quemante. La observo. La beso. Beso sus ojos tiernos. Beso su nariz, su frente... me sonríe y balbucea algo ininteligible, a lo que respondo "sí, te he extrañado mucho...".

 

Me enderezo y me dirijo a la ducha. Cuando salgo sorprendentemente continúa tendida sobre la cama, ahora de espaldas, aún desnuda. Me inclino, la beso por última vez y me dirijo a la puerta del departamento, satisfecho, pero con la pesadumbres y tristeza de tener que abandonar esta maravilla de mujer que quisiera tener por siempre a mi lado pero que ese "algo" nos lo impide.

 

Buenas noches.

 

Anciano_Novato

 

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Editado 24 de Octubre del 2016 por admin
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