Reporte Cobro Sorteo Nº191 - CARLA

Anciano_Novato · 8 de Mayo del 2016

Tabla de Reporte

Nombre="Carla"

Edad=22-24 años

Valor=Cobro Sorteo (Bautizo para este Anciano_Novato Suertudo)

Nacionalidad=Dulcemente Chilenísima

Ubicación=Sector Salvador

Lugar=Departamento Limpio, Ordenado, Acogedor

Conserje=Pide Cédula Identidad, Registra datos de "la visita" y anuncia con nombre completo al Departamento. Por ese lado bien. La seguridad de las Señoritas no tiene precio

Horario=Costó pero finalmente logramos coordinar con un "bueno ya" para las 20:00

Comunicación=vía WhatsApp la coordinación inicial. Al teléfono el último detalle.

Recepción=Simpática, Agradable, Atenta, Preocupada que me sienta cómodo. Un 7

Nota a su Atención=definitivamente un 7++.

Del Servicio:

Nivel de Empotamiento=Soy Anciano pero muy Novato; me siento aún "Empotado" pues la forma en que me brindó su dedicación y su tiempo obnubila, enamora. Estimo en un 85% (por favor, es mi personal percepción).

Estatura=1,60-1,65 m; bien.

Contextura=6,5 Siendo objetivo claramente no es una bailarina clásica. Sin embargo físicamente es una hermosura, todo de acuerdo a lo que natura le dio y a todas luces es HER-MO-SA. Quedé encantado con la firmeza de su cuerpo. El que estaba a su lado en ese momento parecía espantapájaros mal armado, pero ese es otro problema.

Carita: 6,5 Hermosa, forma redondita de su rostro, expresión de pícara, dulcemente traviesa, risueña.

Nivel de photoshop: 6,9 Quizás un poco, quizás ha pasado tiempo de aquella sesión de fotos, pero que es hermosa lo es indiscutiblemente y a mí me encantó. De hecho no le puse un 7 para no ser "tan generoso".

Besos=6,5 al principio cuesta ganárselos, pero una vez conociéndonos y probándonos se dieron. Fascinantes, de pololita que no veía hace tiempo. Fascinante ella (me gusta mucho besar y para mí es muy importante este ítem).

Tetas=6,8 HERMOSAS, justas a mi mano y boca. Unos pezones que reaccionan dulce pero firmemente a caricias y lamidas. Me hubiese quedado toda la noche cual hambriento bebé colgado de sus pechos, firmes, hermosos (¿ya lo dije?).

Trasero=6,8 Redondito, buenas caderas para formar ese templo de placer, duras sus nalgas, suaves, besables, acariciables.

Flor=7,0 Dulce, jugosa, bien rasurada, sin nada que provoque algún rechazo. Muy por el contrario.

Oral=6,8 sin condón, previa y meticulosa inspección (claramente no se lleva cualquier porquería a la boca. Bien).

Juego Pélvico=6,5 infartante. Si te pilla mal parado te destruye. Suave al inicio pero cuando toma ritmo acelera bien.

Calidad de sonido=6,5 claramente no es una pornostar y no pretende serlo. Por lo que pude apreciar si se "queja" es precisamente porque lo está disfrutando.

Anal=N/A, a pesar que me fascina el anal ni siquiera pregunté. Estaba muy bien atendido para pensar en otra cosa.

Ambiente=6,8 todo ordenado, muy limpio. Vive una mujer en ese departamento y se nota.

Relación Precio-Calidad=cobro sorteo. Creo que el valor en su publicación es 50. Bien si es promoción.

Promedio final=mi percepción es que se hace acreedora a un 6,8++, cuestiones de viejo mañoso (que me perdonen sus seguidores).

Comentario Final: una vez coordinado por WhatsApp llego al entorno de su departamento. Le llamo, me da las indicaciones finales. Enfrento conserje y éste me analiza y revisa visualmente. Me pide mi cédula, mientras registra mis datos pregunta dónde me dirijo. A mi respuesta llama por citófono anunciando mi llegada. Responden afirmativamente y me autoriza pasar.

Habiendo llegado al piso, toco el timbre de su puerta, la pausa fatal para los indecisos es eterna cuando sus tacos repiqueteando el piso calman un poco la ansiedad. Se abre la puerta y observo: nadie. Atino a entrar y, al cruzar el umbral, se cierra la puerta tras mi ingreso. Volteo y una hermosa mujer sonríe pícara, cual chicuela haciendo maldades.

Nos saludamos con un piquito y nos presentamos más formalmente. Le entrego un muy humilde obsequio pero su pícara cara de niña agradece como si el viejo pascuero le haya llevado su regalo (me falta la barriga y la barba, debo aclarar, jajajaja).

Me indica el sofá para que deje las cosas que llevo colgando (mi bolso del gimnasio) y me invita al cuarto.

Dulcemente me ofrece la ducha. Sus ojos brillan. Me ofrece una alba toalla e ingreso al baño, limpio, ordenado. Cumplo trámite jabonando muy bien mi cansado cuerpo (o lo que queda de él a estas alturas de mi vida) y especialmente aquellas zonas conflictivas y recuerdo que la colonia quedó en mi bolso.

Salgo enfundado en la toalla y me invita tenderme a su lado en aquella cómoda cama.

Nos pusimos a conversar larga y alegremente (tiene tema; no es una "niñita tonta").

Me ofreció un masaje el cual acepté gustoso pues el día había sido "de perros".

Considerando suficiente el abuso de mi parte giro mi cuerpo y ella abre impúdicamente la toalla, acariciando a mi nunca bien ponderado minion. Se acomoda entre mis piernas e inicia sutilmente una inspección y, una vez convencida, se entrega a un dulce y suave beso profundo a mi pequeñín. Sabe cómo provocar placer con su boca y se agradece. Acaricia todo mi miembro y también reconoce mis gónadas. Las besa, pero con tal delicadeza que agradecí haber repasado mi depilación para que nada sobre aquella oscura piel le provocara algún rechazo o malestar.

Después de considerar que era suficiente el placer que me estaba entregando la atraigo hacia mí y la beso lo más tiernamente que puedo a pesar de mi edad y mi deseo, la abrazo y recorro su espalda aún vestida. Comienzo a recorrer su tibia y a mis temblorosos dedos quemante piel, se yergue y se desprende de su pullover exponiendo dos hermosísimos pechos, naturales, firmes, redondos, con una areola pequeña pero que al contacto de mi boca sus pezones se erectaron pudiendo aprisionar uno con mis labios para que no escapara mientras mi lengua jugueteaba con la puntita provocando pequeños escalofríos en su espalda y que agradecía acariciando mi externo apéndice.

Bajo mis manos hacia esas dulces nalgas e inicio el descenso de su pantaleta de encaje mientras aún tenía cautivo uno u otro pezón. Regreso a su canoa posterior y acaricio ese tibio rincón. Circundo sus caderas con una de mis manos alcanzando su flor. Da un natural respingo y jadea. Comprobado lo que intuía y buscaba, mi boca libera su dulce chupetín, la abrazo y coloco de espaldas y desciendo por su piel, a la vez que acariciaba sus tibios y hermosos pechos con una mano, hasta que llegué a mi dulce meta: aquella hermosa y bien rasurada flor.

Mi intrusa y húmeda lengua hurga entre sus pétalos mayores hasta encontrar su suave y sensible pistilo el cual a mi contacto provocó en ella una descarga eléctrica que le hizo arquear su espalda y alzar más su vulva, exponiéndola a mi lascivia y continué besando sus labios íntimos, su dulce manantial y volvía recurrentemente al pistilo maravilloso, cuando después de un rato de entregarme a besar esta bella intimidad, manó de su interior el néctar dulce de la felicidad y bebí con fruición ese embriagador licor de vida y lujuria.

Subo a sus pechos, beso sus labios y, sutilmente, coloca el preservativo. Nos giramos sobre la cama y me monta suavemente provocando sensaciones olvidadas hace demasiadas primaveras: una estrecha y tibia intimidad que abrazaba y apretaba mi miembro dulcemente.

Inicia un sube y baja suave, mueve sus caderas hacia adelante y atrás y provoca demasiado placer en mi cerebro. Plasmo mis manos nuevamente sobre sus pechos y continúa ella meciéndose sobre mi bajo vientre. La atraigo hacia mí y la abrazo, la beso, continúa con su vaivén embriagante y después de unos minutos me pide "ponte detrás"... obviamente obedezco y en el ya famoso "doggy style" vuelvo a entrar en ella pero ahora desde atrás, aferrándome a sus caderas para aumentar la profundidad de mis embestidas frenéticas ya a esa altura y casi fuera de todo control me pierdo en un maravilloso abismo y exploto entre estertores y la vuelvo a abrazar para, desesperadamente, volver a acariciar sus hermosos pechos desde atrás, besando finalmente su hermosa y tersa espalda.

Agitados, ambos sudorosos, nos quedamos recostados sobre la cama tratando de recuperar el aliento tan maravillosamente alterado. Ella con su carita apoyada sobre mi pecho, nos miramos, beso su frente, miro a la distancia el reloj y el tiempo burlesco se había esfumado, por lo que le pido suavemente me permita volver a ducharme...

Salgo del baño, me visto y me preparo para retirarme. Unos últimos tiernos besos, un agradable abrazo y mi promesa de volver a ver a esta maravillosa niña que me encandiló.

Gracias La EstoCada por la oportunidad.

Anciano_Novato

King.Arauko · 8 de Mayo del 2016