Artículo diario el día de La Serena

[jaimoco]

Los cafés con piernas: De la astucia al comercio sexual

En los más atrevidos, las chicas se exhiben prácticamente desnudas, amparadas por la oscuridad que reina en estos herméticos locales, a los que sólo los hombres se atreven a entrar.

Santiago

 

En pleno centro de la ciudad, un día cualquiera, mientras miles de oficinistas trabajan en sus despachos, otros aprovechan para tomarse un respiro en los conocidos "cafés con piernas", donde encuentran a atractivas chicas dispuestas a sacarlos de la rutina diaria.

 

Estos locales, que sólo existen en Chile, nacieron hace casi cuarenta años, cuando la conocida cadena de cafés Haití agregó a su oferta la presencia de camareras con minifaldas y largas piernas que atraían al clientela masculino. Poco a poco, en algunos locales, las muchachas fueron desprendiéndose de su vestimenta, que quedó reducida a un minúsculo bikini con el que sirven con naturalidad un cortado para empezar el día, tras vidrios polarizados que nada dejan ver desde la calle.

 

Según Carolina Carrera, vicepresidenta de la Corporación Humanas, "el fenómeno de los 'cafés con piernas' responde a una doble moral pública y privada, y evidencia el machismo que existe en Chile, expresado además en la represión sexual que persiste en este país".

 

La Corporación Humanas, un centro de estudios que promueve y defiende los derechos de las mujeres y la justicia de género, sostiene que esta doble moral también explica, por ejemplo, el hecho de que en Chile se produzcan miles de abortos de forma clandestina, a pesar de que la interrupción del embarazo está prohibida en todos los casos, o de que existieran miles de parejas separadas de hecho antes de la aprobación de la ley del divorcio en 2005.

 

Este tipo de establecimientos no se ha "exportado" a los otros países de América Latina porque en ellos existe un liberalismo más explícito. "En Chile no tenemos carnaval, pero hay 'cafés con piernas' en los que el cuerpo de la mujer se convierte en un objeto de consumo", sostiene Carrera.

 

"Paños de lágrimas". "En el 60% de los ‘cafés con piernas’ la gente viene sólo a tomarse un buen café y a hablar con las chicas, a contarles su vida. En el fondo, son como paños de lágrimas", explica a Efe Cristián Elgarrista, dueño del Break Blue, ubicado en un pasaje comercial del centro de Santiago.

 

En este local trabaja Nora, una mujer (38), con tres hijos que mantener, uno de ellos en la universidad. Nora lleva veinte años en este oficio, donde mensualmente puede ganar hasta 1,4 millones de pesos, mucho más de a lo que cualquier profesional medio puede aspirar en Chile.

 

Además de la jornada de seis horas diarias, que le permite compatibilizar su vida laboral y familiar, a Nora le gusta su trabajo, "el conocimiento de las personas, la relación con la gente y el desafío de ir contracorriente".

 

A sus clientes los describe como "ejecutivos, de clase media, esforzados, hombres con un muy buen nivel sociocultural". Y de sus congéneres, señala: "Las mujeres lamentablemente se sienten sucias al entrar a un lugar como éste; ellas aún nos juzgan".

 

Nora piensa que si muchas esposas supieran que sus maridos frecuentan estos locales, "se les caería el pelo". Sin embargo, los asiduos a estos cafés aseguran que sus cónyuges están al corriente de todo.

 

LIMITACIONES LEGALES. Sin embargo, "la prostitución en sí no es un delito", advierte Jaime Graffigna, subprefecto de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores de la Policía de Investigaciones (PDI), quien precisa que sólo lo es cuando se ejerce bajo coacción o con menores. La PDI suele visitar estos locales para realizar controles de identidad, contemplados en el Código de Procedimiento Penal, y supervisar que en ellos no se emplee ni a menores de 18 años ni a extranjeras en situación ilegal.

 

Para quienes contratan a chicas con este perfil, el castigo oscila desde multas que pueden llegar a 1,3 millones de pesos, hasta penas de prisión de tres a cinco años, dependiendo de las circunstancias agravantes o atenuantes. Según Graffigna, en los últimos años "han aumentado las denuncias y se ha logrado disminuir las cifras negras, porque denunciar una agresión sexual antes era muy vergonzoso, sobre todo para las mujeres".

 

Los dueños de estos locales sostienen que las autoridades están cerrando el cerco en torno a sus negocios. "Sí, hemos tenido problemas. En la comuna (distrito) de Santiago tratan de sacar a los ‘cafés con piernas’, y ahora están sacando partes (multas) por no pagar los derechos de autor de la música que ponemos", dice Cristián Elgarrista, del Break Blue.

 

Los propietarios también pueden exponerse a multas cuando las camareras se desplazan fuera del mostrador. "Tenemos que tratar de que todas las chicas trabajen encima de la barra, porque dicen que hay mucho contacto físico con el cliente", explica. EFE

[Mrhot]

El ANAL isis viene justamente de ahí: Anal, así que métanselo en el poto. Cafés , cabarets, etc hay en todos los países.

[jaffa]

Perdonando la expresión y para reforzar la idea anterior como dijo el guatón jaléro de al lado que la sigan chupando Zalaquett y todos estos mojigatos

[Cristian Dj]

Muy interesante el artículo Don jaimoco.Gracias por "traerlo a colación" ...