El Guitarrista y la Reina
GIARDINO

V/S
NATALIA

GIARDINO

V/S
NATALIA

Día viernes 29, me había tomado el día libre y pasadito las 18:00 llego al departamento de Natalia consciente de que los reportes advertían de una alta posibilidad de empotamiento. Me preparé mentalmente para no caer ya que si bien nunca me he empotado, creo que tengo varios factores de riesgo. Sin embargo, las expectativas eran altas… “dato calado”, “Reina Red Files”, un sinfín de reportes positivos y el recuerdo de haberla visto en la pista de baile en el evento del foro
Por esta razón decidí primero pasar a ver a una de mis musas cafeteras con la cual mejor me llevo, en un horario relajado para despejar mi mente y eliminar la ansiedad, junto a un cortado, brebaje inusual en mi. La grata conversación logró tranquilizarme y la cafeína me dio el valor para coordinar la visita
Entré a la recepción del edificio y me puse a conversar con el conserje mientras esperaba a que Natalia le diera el visto bueno para dejarme subir. Resultó ser sureño igual que yo por lo cual conversamos animadamente, de lo contrario el par de minutos que tuve que esperar me hubiesen parecido interminables. Luego sonó el citófono y se me permitió subir
El departamento estaba oscuro y solo se iluminaba con la luz proveniente de su habitación. El concierto empezó lentamente. La saludé, me tomó de la mano y me llevó adentro donde al fin pude apreciar más claramente su bello rostro a la luz de las velas. Me ofreció elegir la música y adivinó uno de mis gustos: Bon Jovi. Me fui a dar una ducha y al volver me ofreció algo para beber. Pasó al baño y luego retornó en lencería blanca… se veía súper linda ella
Sabía que era muy tierna pero igual me impresionó ya que sus besos eran exquisitos y los complementaba con muchas caricias. Las notas de a poco comenzaban a sonar, pero no de una manera fluida ya que me tenía literalmente aweonao, sin saber que hacer. Tal vez el hecho de que hace tiempo que no estaba con una escort tan cariñosa jugaba en contra mío, debido a que últimamente solo había estado con tipo pornostar. Natalia controlaba completamente la situación y yo solo era un juguete suyo… Me quitó el boxer y atacó a Giardinito y al resto de los músicos de la banda. Mhh... Que rico… Menos mal que me acordé que habíamos puesto Bon Jovi porque si no me hace acabar ahí mismo
Poner atención a la música me hizo aterrizar y decidí que debía salir de mi aweonamiento y contraatacar. Era el momento del solo de guitarra. La tumbé sobre la cama y empecé a recorrer su cuerpo con mi boca, volviendo cada cierto tiempo sobre sus labios. Me detuve en sus pechugas y después empecé a bajar de a poco hasta llegar a donde quería… Me di un festín… Que exquisitez… Lamí y lamí no sé por cuanto rato, perdí completamente la noción del tiempo y aunque sabía que se me podía ir la hora resultaba tan delicioso estar ahí que simplemente seguí sin preocuparme de nada, sólo de ella, sus señales y sus quejidos que cada vez eran más y más fuertes. Continué tocando frenéticamente las notas que me pedía una tras otra hasta que logró acabar en mi boca
Rápidamente todo se transformó en una sinfonía y empecé a descubrir el lado más fogoso de la tierna Natalia. Me puso el preservativo y se ubicó al borde de la cama ofreciéndome un doggy con una perspectiva fascinante. La penetré de pie al lado de la cama y podía observar como apretaba los cojines y arrugaba las sábanas, todo junto a su cuerpo unido en una visión lujuriosa. Afirmé un pie sobre la cama y continué por otro rato más hasta que me recostó boca abajo y seguimos por un lapso corto así ya que me tenía al borde de acabar pero aún quería seguir disfrutándola. Me puse de espaldas para que se subiera arriba mío y comenzó con unos movimientos escalofriantes que no pude resistir por mucho rato… Me hizo cortar todas mis cuerdas en un orgasmo de antología que quedé tirado en la cama jadeando y sin poder articular palabra alguna
Fin del concierto… Casi sin aire le pedí que me alcanzara el vaso de bebida. No se como me incorporé pero debía reaccionar ya que la estaban llamando porque debía recibir a otro cliente. Sin embargo mientras me vestía nos empezamos a besar nuevamente y me tuve que controlar porque sabía que no me podía quedar más rato por que estaba más que pasado en la hora
Salí del edificio con una necesidad imperiosa de contarle a alguien. Me dirigí a ver a otra de mis musas cafeteras, una a la cual desde hace un tiempo le cuento todas mis correrías y se dio cuenta de inmediato por la sonrisa de oreja a oreja que traía. El expreso, otro brebaje inusual en mi, me ayudó a revivir pero no logró disimular la sonrisa que todavía tengo
Natalia, realmente eres un amor, lo pasé genial contigo. Besos para ti
Saludos a todos :drinks:
PD: El empotómetro llegó a niveles críticos pero parece que me estoy salvando... bueno... eso creo...
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